Gijes era pastor del rey de Lidia. Después de una borrasca seguida de violentas sacudidas, la tierra se abrió en el paraje mismo donde pacían sus ganados; lleno de asombro a la vista de este suceso, bajó por aquella hendidura, y, entre otras cosas sorprendentes que se cuentan, vio un caballo de bronce, en cuyo vientre había abiertas unas pequeñas puertas, por las que asomó la cabeza para ver lo que había en las entrañas de este animal, y se encontró con un cadáver de talla superior a la humana. Este cadáver estaba desnudo, y sólo tenía en un dedo un anillo de oro. Gijes le cogió y se retiró. Posteriormente, habiéndose reunido los pastores en la forma acostumbrada al cabo de un mes, para dar razón al rey del estado de sus ganados, Gijes concurrió a esta asamblea llevando en el dedo su anillo, y se sentó entre los pastores. Sucedió, que habiéndose vuelto por casualidad la piedra preciosa de la sortija hacia el lado interior de la mano, en el momento Gijes se hizo invisible, de suerte que se habló de él como si estuviera ausente. Sorprendido de este prodigio, volvió la piedra hacia fuera, y en el acto se hizo visible. Habiendo observado esta virtud del anillo, quiso asegurarse con repetidas experiencias, y vio siempre que se hacía invisible cuando ponía la piedra por el lado interior, y visible cuando la colocaba por la parte de fuera. Seguro de su descubrimiento, se hizo incluir entre los pastores que habían de ir a dar cuenta al rey. Llega al palacio, corrompe a la reina, y con su auxilio se deshace del rey y se apodera del trono. (Extraído de La República de Platón)
¿Qué pasaría si encontrara un anillo como el de Gijes? ¿Seguiría mis principios, aún sabiendo que puedo obrar impunemente? Sólo sé, que teniendo esta sortija, conocería perfectamente de qué estoy hecha. Cuando nadie nos ve, es que somos quienes somos.
2 comentarios:
El solo hecho de dudar que uno haría con una sortija como esa pone de manifiesto la inseguridad que nosotros tenemos respecto al poder. Las tentaciones son fuertes y humanos al fin tendemos a caer en ellas y mas cuando son asi de grandes. Alguien dijo que el hombre justo no es el que hace justicia, sino el que sabiendo que puede hacer injusticia no la hace (o algo asi).
Sabes por qué en verdad somos cuando nadie nos ve? Porque cada uno de nosotros somos un "taboo" diferente. Es decir, somos tan complejos y tenemos formas e ideas diferentes que para otra persona puede ser ofensivo o malo. Y cuando estas en una sociedad ignorante, donde te pueden matar por tu preferencia sexual o por la religion que lleves, a veces es mejor "esconderse" para evitar pasar el mal rato. Claro, para unos la muerte es mejor vivir escondido, pero ya eso es otra cosa.
Lo que uno ve de mi, es el 5% de lo que yo escondo. El truco está en encontrar la persona (o grupo de persona) donde uno pueda ser el %95 restante sin temor a prejuicios o ignorancia. Lo dificil de esto es encontrar aquellos que quieran ver mas alla del %5 que ven. Quizas ya tu has visto, pero no has observado.
Uno puede decir que haria esto o lo otro con esa sortija, pero la verdad es que eso es ser hipócrita. Cuando tengamos esa sortija en nuestras manos, como bien dices, es que conoceríamos perfectamente de de que estamos hechos. Cuando nuestro verdadero "yo" actúe bajo la sombra de lo oculto solo esperemos que no sea tan malo de lo que pensamos. Al menos yo "creo" que mi "yo" no es tan malo. Y el tuyo?
Como tú dices, Kragos, uno no puede decir qué haría con la sortija, honestamente, en este momento estoy considerando que encontrar una sortija semejante puede ser una desgracia, en lugar de una dicha, porque nos forzaría a tomar decisiones muy difíciles, basados en principios propios que no estaríamos seguros del sentido que tienen. Sin embargo, sin estar en la situación, por lo menos considero que lo ideal sería que, yo, con la sortija en mano, sea "buena", no por temor al castigo, sino por mi propia moral y por el amor al prójimo. Ahora, sin desprenderme de mi moral, si me liberaría de normas sociales, que no afectan a nadie y que son absurdas, pero el hecho de no ajustarse a ellas crean un rechazo, como por ejemplo, la forma de vestir, el protocolo, etc.
En fin, no puedo afirmar que actuaría de este modo, pero creo que es un buen paso que anhele ser justa, porque estoy segura que hay personas que anhelan una sortija como ésta para hacer el mal, o sea, que aun sin verse en la situación, ya son inescrupulosos.
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