lunes, 23 de julio de 2007

De Integrales, Derivadas y Actitud

Parte I

Desde que nos dimos cuenta, nos preparamos para la huída. Agotamos todos los recursos, en última instancia me pasé una tarde completa sentada en ciencias básicas esperando, después de tres viajes en vano, que el director me atendiera para exponerle mi petición. No estaba muy esperanzada, pues mis colegas más rápidos y astutos se habían dado la tarea de rebosar los otros grupos, reduciendo mis posibilidades de fuga. Cuando al fin entré a la oficina, tímidamente, sin ninguna excusa que me respaldara, pedí al director que me cambiara de grupo, intercediendo por supuesto, como buena compañera, por mis otros dos canchanchanes. Con la vergüenza que tenía, creo que sólo se entendió “Calculo IV” , pero no hizo falta más nada para que me dieran un rotundo y decepcionante: NO. Sabía muy bien, que el sólo hecho de que el grupo tenía poca gente, le daba categoría de “casi imposible” a mi misión de escape, pero al hablar con el Sr. Director, me di cuenta de otro factor que no me ayudaba, el direc, mi único salvador, era el number one fan de aquel profesor que me aterrorizaba. Bueno, se me había puesto la cosa bien difícil y nada… después de escuchar una halagadora semblanza del temido profesor, acepté las excelentes recomendaciones que me dio el direc, y prometí, muy sarcásticamente, regresar a darle las gracias por no complacerme cuando conociera a su mentor y me diera cuenta de que era lo mejor que tenían en el departamento.
Esa mañana de mayo, llegamos a A4, todos con la misma expresión, como dirían los muchachos, abatidos, frustrados en el intento de huída. Entre quejas y prejuicios esperábamos ansiosamente la llegada de aquel profesor, que según nuestros informantes, daba el cálculo de la NASA.
Claro, eso nunca falta en la uni, las referencias, nadie inscribe una materia sin antes preguntar sobre los profesores, no es que seamos cobardes… es que como hay de todo en la viña del Señor…pues hay que cuidarse de que te toquen cierto tipo de profesores. Personalmente, soy muy selectiva en eso de las referencias, no es que le crea a todo el mundo, porque no todos tenemos la misma concepción de lo que es un buen profesor, pero en este caso, todos coincidían con que pasarle a este señor era bien difícil, y yo, cansada de mi repertorio de profesores muy exigentes, quería probar algo más fácil, pues al fin y al cabo, cuando nos graduamos todos tenemos el mismo título, con índices muy diferentes y a nadie le dan una notita diciendo que se considere, al comparar, qué profesores tuviste.
Pues bien, para llenar todas nuestras expectativas, nos cansamos de esperar y el profe no llegó el primer día de clases, cosa que hubiese sido motivo de celebración en otras circunstancias, pero para nosotros, no fue más que leña para echarle al fuego.

1 comentario:

Unknown dijo...

jejeje, ese si que fue un dia intenso, y mas esos dias antes de la uni, en la que ya sabiamos que nos tocaba con tio soty, y para tanta espera el no se hizo aparecer, todo para que la incertidumbre fuese mayor... Quien diría, eh arisabel, tantas cosas que escuchamos de el; eh, quien diria, que saldriamos de esa clase tan gratos y felices, de haber tenido el honor de estar con uno de los mejores profesores... Que suerte tuvimos...
Att. Juan Espaillat

Un viaje por mi mente

Sólo un punto de vista más entre los millones y
millones que existen con o sin voz en esta esfera giratoria.
Relatos,
comentarios, poesía, quién sabe si alguna nota de ingeniería y ... seguramente
se fugue algo muy personal.